No permitas que tu corazón se enamore de ese alguien que se la pasa huyendo de vos. No confíes que alguien pueda volver a tu lado, cuando nunca estuvo con vos. No permitas que el dolor, la tristeza, la soledad, el odio, el resentimiento, los celos, el rencor y todo lo que pueda sacar el brillo de tus ojos, destruya la pureza que existe dentro de tu alma.