Dice Freud que el termino enamoramiento

Esta compuesto por dos palabras:”enamoro” y “miento”

Es decir, que si me enamoro de una persona me miento, porque acredito en el otro mas virtudes y cualidades de las que realmente tiene.

Por un lado, te-cito a Freud pero también te hablo de la magia, que es lo que sentimos cuando estamos enamorados.

Hablo del cosquilleo en el estomago, de la taquicardia cuando se acerca la hora de verlo/a, de la mano transpirad por los nervios. De mirarte 20 veces al espejo, de emocionarte cuando te acaricia la cara, de matarte de risa de sus chiste antes de que termine de contártelo, de llamarse por teléfono cada 5 minutos, y charlar de ningún tema durante horas.

Pero el tiempo todo lo cambia y cuando pasa este enamoramiento y llegan las épocas difíciles, donde se pone realmente aprueba el amor y descubrís que el otro no es tan maravilloso como vos pensabas o tan amable o tan perfecto como creías… (O querías que fuera) cuando descubrís al otro en su condición de humano, todo se derrumba.

Pero no es el otro el que miente. Es uno el que ve solo lo que quiere ver y no lo que el otro es en realidad.

Llega el momento, ahora, de juntar esta definición freudiana y esta condición mágica, con el condimento mas importante e infaltable en esta historia: el deseo.

El deseo es el combustible que mantiene viva la magia. La magia es el viento suave que atiza y mantiene vivo el fuego del amor. Entonces te digo, y me digo, que las épocas de enamoramiento mueren, que el otro no es perfecto, que puede tener malos días y malos humores y malos olores. Que tiene errores, falencias y puntos débiles. Que puede diferir con vos, no adherir a vos, disentir con vos. Que podes tener mejores o peores apocas con el otro. Pero eso si, lo que no podes perder… es el deseo.